viernes, 7 de septiembre de 2018

Las feministas tratan mal a los hombres


Decir que las feministas fustigan a los hombres parece un cliché, una caricatura misogina. El motivo central del feminismo, aseguran sus defensoras, es la lucha por la igualdad. La etiqueta del odio a los hombres es producto o de la difamación o de un malentendido. Sin embargo, gran parte de la retórica feminista actual ha cruzado la línea que separa las críticas al sexismo de las críticas a los hombres, y se centra en el comportamiento personal: cómo hablan, cómo abordan las relaciones, incluso cómo se sientan en el transporte público. Se destacan los defectos masculinos como condenas absolutas, y cualquier objeción a ello se considera un síntoma de complicidad. Si se hicieran acusaciones similares contra las mujeres, se tacharían de burda misoginia.
Este antagonismo entre los sexos no contribuye a promover una igualdad que aún es incompleta. La obsesión con que los hombres se comportan mal más bien desvía la atención de problemas más importantes, como los cambios necesarios en el lugar de trabajo para facilitar el equilibrio entre la vida laboral y la personal. Aún más, los ataques a los hombres no sólo provocan la antipatía de muchos varones —y unas cuantas mujeres— sino que los empujan hacia subculturas en las que las reflexiones sobre el feminismo se mezclan con la hostilidad.Ahora, esta tendencia ha alcanzado una nueva cima inquietante: las teorías feministas radicales que consideran que la civilización occidental es un patriarcado han pasado de sus nichos académicos y activistas a la conversación general, amplificadas por las redes sociales. Sean cuales sean las razones de la ola actual de misandria —una palabra usada irónicamente por muchas feministas—, el caso es que existe. Pensemos en la cantidad de neologismos creados para burlarse de unos comportamientos que no son esencialmente masculinos. Sentarse con las piernas abiertas puede ser de hombres, pero también hay mujeres que ocupan un espacio enorme en el transporte público con sus bolsos, sus bolsas y sus pies sobre el asiento. La expresión mansplaining, “explicar como hombre”, se utiliza para calificar cualquier argumento de un hombre que no le gusta a una mujer.
Las cosas han llegado a un punto en el que los ataques superficiales a los hombres son un murmullo constante en los medios digitales más modernos y progresistas. En Broadly, la sección para mujeres de la web Vice incluía hace poco un artículo titulado Un nuevo estudio confirma que los hombres son repulsivos, acompañado de una entrada en su página de Facebook que decía: “¿Eres un hombre? Seguramente eres repulsivo”. El estudio, en realidad, decía algo muy distinto: que la mayoría de hombres y mujeres piensa que, cuando se llama a alguien “repulsivo”, lo normal es que sea un hombre. Si un estudio hubiera descubierto que mucha gente atribuye un rasgo negativo a las mujeres (o a los gais, o a los musulmanes), se habría dicho que era un estereotipo lamentable. Los hombres se la cargan por emitir la más mínima opinión negativa sobre algo relacionado con el feminismo.
Este es un problema importante, y no sólo porque puede hacer que los hombres simpaticen menos con los problemas de las mujeres. En estos días en los que oímos sin cesar que el poder de las mujeres está triunfando y que se acerca “el fin de los hombres” —o al menos, de la virilidad tradicional—, los varones tienen sus propios problemas. En EEUU las mujeres obtienen el 60% de los títulos universitarios; la matriculación de hombres en la universidad permanece estancada en un 61% desde 1994, mientras que la de mujeres ha pasado del 63% al 71%. Los oficios manuales, que eran predominantemente masculinos, están en declive, y mientras aumenta el número de madres solas, muchos hombres carecen de vida familiar. El viejo modelo de matrimonio y paternidad ha quedado obsoleto, pero no terminan de emerger nuevos ideales
Ridiculizar y criticar a los hombres no es la forma de mostrar que la revolución feminista es una lucha por la igualdad y que queremos contar con ellos. El mensaje de que el feminismo también puede ayudar a los varones se ve menoscabado por guerreras como la australiana Clementine Ford, cuya “misandria irónica” carece muchas veces de ironía e insiste airadamente en que el feminismo sólo defiende a las mujeres. Las burlas sobre las “lágrimas masculinas” —en una camiseta que lucía la escritora Jessica Valenti para retar a sus críticos— parecen especialmente desafortunadas si las feministas quieren poner en tela de juicio el estereotipo del hombre reprimido. Ignorar las falsas acusaciones de violación no es una forma de demostrar que la liberación de la mujer no viola los derechos civiles del hombre. Y decir a los varones que su papel en la lucha por la igualdad de sexos se reduce a escuchar a las mujeres y soportar con paciencia los ataques contra ellos no es la mejor forma de sumarlos a la causa.

lunes, 11 de junio de 2018

Mujeres jóvenes, con estudios y de izquierdas: la base del 'boom' del movimiento feminista

Casi uno de cada diez españoles escoge "feminista" como una de las dos etiquetas que le definen en política

"Hace 10 años hubiera dicho que no era feminista, hoy digo que sí", afirmaba la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, en una entrevista para la cadena SER. Hace casi 10 años, en 2010, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) incluyó el concepto "feminista" para preguntar por la definición política de cada uno. Entre las ya asentadas etiquetas de "conservador", "socialista" o "progresista" aparecía otra para los partidarios de la igualdad entre hombres y mujeres. Los encuestados, a lo sumo, pueden escoger dos palabras para definirse. Casi uno de cada diez se decantó por "feminista" en el último barómetro en el que se preguntó: la cifra más elevada desde que se pregunta. No significa que el resto esté en contra de la igualdad, sino que hay otras etiquetas con las que se identifica más. De hecho, en 2012, último dato de la serie sobre valoración de las desigualdades de género, el 60,6% de los españoles consideraba que las desigualdades entre hombres y mujeres eran muy o bastante grandes. Al margen de la tendencia al alza, la etiqueta sigue siendo una de las opciones menos comunes, sólo por delante de "demócrata cristiano", "apolítico", "nacionalista" o "comunista". Cerca del 20% prefiere no definirse con ninguna etiqueta y el 60% sólo lo hace con una de ellas.
Encuestados que se definen como feministas
                       

No obstante, como reflejo del cambio social, hoy son el doble que hace dos años los españoles que priorizan el feminismo al señalarlo como una de las dos opciones que les definen. La acepción por la igualdad, no obstante, está calando en la sociedad de forma desigual. El 'boom' feminista ha impactado más entre las mujeres jóvenes, con estudios superiores o de secundaria y que se consideran de izquierdas. La profesora de historia contemporánea de la Universidad de Alicante y vicepresidenta de la Asociación Española de Investigación de Historia de las Mujeres (AEIHM), Mónica Moreno, advierte sin embargo de que "el feminismo es muy plural: siempre ha habido muchas corrientes, algo que también sucede ahora". Que el CIS muestre un mayor alcance de esta ola feminista en determinados grupos no indica que no esté viva en otros. Aunque prácticamente se ha multiplicado por cinco en los dos últimos años el número de hombres que se definen en primer o segundo lugar como feministas, es entre las mujeres donde se reivindica esta posición. "Las modalidades de compromiso están marcadas por el género", apuntan Mónica Moreno y Bárbara Ortuño en el dosier Género, juventud y compromiso. Y esto se refleja en los datos: un 2,8% de los hombres escoge esta etiqueta frente a casi el 15% de las mujeres.
Por sexo, encuestados que se definen como feministas

La incidencia es aún mayor entre los más jóvenes cuando se observa la evolución por edades. "Feminista" es la segunda etiqueta preferida para casi uno de cada cinco encuestados entre 18 y 24 años, sólo por detrás de "liberal". El siguiente grupo de edad donde más ha calado el concepto es el que va de los 25 a los 34, y la fuerza del movimiento es menor a medida que avanza la edad. La doctora en ciencias políticas y editora de Politikon Silvia Clavería destacaba en su artículo '¿Por qué el feminismo es un valor en alza?' el seguimiento mayoritariamente joven en las reivindicaciones del 8 de marzo. Esto no significa que haya mayoría de jóvenes, sino que dentro de esos grupos de edad hay un mayor porcentaje de encuestados que prioriza el feminismo que en otros grupos. "Las mujeres que ya participaron en la ola feminista en los 70 lo siguen siendo", señala Moreno, que admite que ahora "ha irrumpido en el activismo una generación muy joven" que se une a las anteriores en las que observa una "sensación de alegría por la continuidad".
Por edad y nivel de estudios, encuestados que se definen
como feministas

"Ya en la segunda ola feminista del siglo XX, en los años 70, irrumpió una generación jóven muy potente. Sin embargo, en España, como coincidió con el franquismo, se dio una mayor convivencia entre generaciones: veteranas del PCE con gente muy joven de izquierdas o sin afiliación política. Pero siempre ha existido convivencia entre generaciones", añade Moreno.Clavería apuntaba como una de las posibles causas del auge del feminismo la crisis económica y de expectativas: "el 15-M fue un punto de inflexión para la concienciación del feminismo". Y añade el factor de los estudios, que también determina el arraigo de la etiqueta. "Cada vez hay más mujeres con niveles de formación más altos, que están esperando un futuro acorde con su preparación, sin que la sociedad esté preparada para ello", afirma en el artículo. Sin embargo, admite que aunque parece que el 15-M generó un mayor interés entre los jóvenes por el feminismo, tal y como ocurrió con la política, "lamentablemente no hay datos longitudinales de calidad que lleguen hasta la actualidad para medir ese cambio".
Por ideología, encuestados que se definen como feministas

Donde se observa el mayor despunte del compromiso feminista es entre aquellos que se autoubican ideológicamente en la izquierda. Siendo 1 izquierda y 10 derecha, más de la mitad de los encuestados ubicados entre el 1 y el 2 se definió feminista en primera o segunda instancia. En su caso, la tendencia al alza comenzó ya entre 2013 y 2014, casi tres años antes de que el movimiento se extendiera en mayor medida. La preponderancia de la izquierda, explica Moreno, es normal: "Siempre ha sido así", zanja.Al margen de las autodefiniciones, la violencia contra la mujer o los problemas relacionados con ellas se cuelan habitualmente en la lista de las preocupaciones de los españoles. La pregunta sobre "¿Cuál es, a su juicio, el principal problema en España? es de respuesta espontánea. Esto es: no se ofrece un listado de posibilidades, sino que el encuestado lanza qué cuáles son en ese momento los tres temas que le parecen más preocupantes.
Nivel de preocupación

El ranking viene encabezado desde hace años por el paro, que aparece entre las respuestas del 62,3% de los españoles. Le siguen la corrupción y el fraude (38,3%) y la clase política y los partidos (27,4%). El 1,7% de los encuestados hacen alusión a la violencia contra la mujer. La evolución a lo largo del tiempo ha sido bastante estable dentro de unas fluctuaciones, que son habituales. La excepción es 2004, año de la aprobación de la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, y especialmente el mes de marzo, cuando esta preocupación alcanzó su máximo histórico: 11,7%.Tras una escalonada bajada, no es hasta el barómetro de marzo de 2017 cuando se observa un repunte. Más recientemente, en enero de este año, se alcanzó uno de los datos más altos de la serie, siendo un problema destacado por el 4,6% de los encuestados. El barómetro de mayo, realizado a principios de mes y por tanto posterior a la publicación de la sentencia de 'La Manada', refleja una subida de estas preocupaciones, esperada dada la protesta social nacida a raíz de la sentencia, por considerar que se hubiera cometido delito de abuso y no de agresión sexual.

martes, 29 de mayo de 2018

Cambia El Cuento- Amal Bounaoui


Marruecos impone una condena sin precedentes a tres jóvenes por intentar violar a una menor y grabarlo


El agresor ha sido condenado a 10 años, el joven que grabó el suceso a 8, y el tercero que lo difundió a 2 años de prisión.


Un tribunal marroquí ha condenado a penas de hasta 10 años de cárcel a un grupo de jóvenes que grabaron en un vídeo cómo trataban de violar a una menor de 16 años y lo difundieron a través de las redes sociales. El caso se ha convertido en uno de los mayores escándalos en Marruecos de los últimos años y ha resultado en una pena sin precedentes en el país por una agresión sexual no consumada.
Los hechos tuvieron lugar el pasado enero en la céntrica localidad marroquí de Benguerir ,donde a plena luz del día, tres jóvenes trataron de violar a una menor. En marzo, el cruel vídeo en el que la joven suplicaba a sus agresores que la dejasen en paz a grito de“¿es que no tienes corazón, no tienes hermana, te gustaría que le hicieran esto?” fue difundido en Internet . Sin embargo, Youtube lo eliminó rápidamente y la policía tardó menos de 24 horas en detener a los agresores.

“satisfechos porque es la primera vez en Marruecos que un intento de violación, sin consumación, es castigado con una pena tan dura.”

Ahora, el Tribunal de Apelación de Marrakech ha pronunciado el veredicto en el que se constata que el agresor que se desnudó en el vídeo y trató de violarla, sin conseguir su objetivo, ha sido condenado a 10 años, el otro agresor que grababa la escena, a 8 añosy el tercer acusado que lo difundió por internet, a 2 años de cárcel.

Para ser feminista, no basta con ser mujer


Nawal al Saadawi: “Para ser feminista, no basta con ser mujer”

La escritora y psiquiatra, de 84 años, firme defensora de los derechos de la mujer, lleva décadas luchando contra el machismo y el extremismo religioso


Nawal al Saadawi (Kafr Tahl, Egipto, 1931) rehúsa retratarse con el cartel de la institución que la invita. Cuando una asistente a las jornadas que la cooperación española organizó el 9 y 10 de septiembre sobre igualdad de género en el Norte de África y Oriente Próximo le pidió una fotografía, la novelista, feminista y médico egipcia sugirió con una sonrisa un fondo alternativo. “Mejor la pared de un pasillo que un cartel, no voy a hacer propaganda a ningún Gobierno”, dijo en alto sin reparos, a pesar de que acababa de participar en la inauguración del evento.
Al Saadawi está “en contra de todos los Gobiernos”. Y lo afirma sin pudor frente a sus anfitriones. Lo único que oculta son sus manos, en unos coquetos guantes blancos. “No estoy segura de que me vuelvan a invitar, de hecho ni siquiera sé por qué me han invitado”, afirma sin dejar de sonreír antes de comenzar la entrevista en la sede de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID). Pero sus credenciales como feminista en Egipto y en el mundo árabe hacen imprescindible su presencia allá donde se traten los derechos de la mujer. Doctora y psiquiatra, ha escrito más de medio centenar de libros entre novelas, cuentos y obras de teatro, en los que aborda tanto los problemas de la mujer en el mundo, desde la mutilación genital y la violencia machista a la prostitución, como los efectos perniciosos del extremismo religioso. Su libro La mujer y el sexo, publicado en 1972, con duras críticas a la extirpación del clítoris, que ella misma sufrió cuando tenía seis años –“me mutilaron con una navaja de afeitar”– fue la causa de que perdiera su trabajo como directora general de salud pública en Egipto.

No ha sido la única consecuencia “de haber hablado siempre alto”. En 1981, bajo el Gobierno de Anwar el Sadat, pasó varios meses en prisión por criticar al régimen, aunque aprovechó su estancia para escribir sus memorias en un rollo de papel higiénico con un lápiz de contrabando. Ha “sufrido el exilio durante diez años”, a causa de las amenazas de grupos extremistas islámicos. Ahora, bajo el Gobierno de Abdelfatá Al Sisi, trabaja en Egipto para que los jóvenes sean “cada vez más radicales”.
Pregunta. ¿No hay ningún Gobierno en el mundo que le guste?
Respuesta. No. Estoy en contra de todos los Gobiernos, porque solo apoyan a las mujeres que trabajan para ellos. Por eso me sorprende que me haya invitado el Gobierno español.


Nawal al Saadawi, durante su visita a Madrid.
Nawal al Saadawi, durante su visita a Madrid.KIKE PARA


P. ¿Ni siquiera si los dirige una mujer?
R. No, ni siquiera, porque yo no distingo entre hombres y mujeres. Lo más importante es la mente. Mire a Hillary Clinton [aspirante a la candidatura del Partido Demócrata en las próximas elecciones de Estados Unidos]. Ella está en contra de las mujeres y solo usa el tema de la mujer para ganar las elecciones. Sin embargo, lo único que quiere en realidad es dinero y poder. Para ser feminista no es suficiente con ser una mujer, porque Clinton es mujer pero también es a la vez capitalista, patriarcal y religiosa, que son las causas por las que las mujeres están oprimidas en el mundo. Yo no divido a las personas por sus órganos genitales sino por lo que hay en su cabeza.
P. ¿Cree que las mujeres que llegan a puestos de poder político son machistas?
R. Exacto. No tiene más que mirar a Margaret Thatcher [ex primera ministra de Reino Unido]. Cuando Thatcher estaba en el poder, yo estuve en Reino Unido y las mujeres en aquel país estaban en contra de Thatcher porque perdieron muchos derechos durante su Gobierno.
P. ¿Qué es entonces el feminismo para usted?
R. El feminismo es liberar la mente del sistema patriarcal, de la religión y del capitalismo, que son las principales amenazas para la mujer. Aunque no solo son amenazas para la liberación de la mujer sino también para los pobres. Yo no separo entre la opresión de clase y la opresión patriarcal. Para mí, están relacionadas y siempre van juntas de la mano. De hecho, para mí una mujer es independiente cuando se alimenta por sí misma.
P. ¿Hay algún lugar libre de estas amenazas?
R. No, la opresión de la mujer es universal, no solo afecta a los países pobres. Se da por ejemplo en todas las religiones: en el cristianismo, en el judaísmo, en el islam o en el budismo la mujer es siempre inferior. Como ve, no me gustan las divisiones, tampoco separo entre Oriente y Occidente o entre Norte y Sur, porque todos vivimos en un solo mundo.
P. Usted participó en las manifestaciones de la revolución de Egipto de enero de 2011. ¿Cómo vive bajo el régimen de Abdelfatá al Sisi?
R. En Egipto hubo dos revoluciones. En enero de 2011, la gente se levantó contra el régimen de [Hosni] Mubarak y la dominación de Estados Unidos, que siempre ha intentado que Egipto dependa comercialmente de ellos. Washington impulsó a los Hermanos Musulmanes hasta el poder. Así que la segunda revolución, en junio de 2013, surgió en contra de los Hermanos Musulmanes y consiguió expulsarlos del Gobierno. Y Abdelfatá al Sisi fue positivo porque apoyó al pueblo en su lucha contra los islamistas, ya que el pueblo egipcio no podía ser libre bajo el régimen teocrático de los Hermanos Musulmanes. No obstante, yo siempre he estado en contra de todos los Gobiernos, también de los de Egipto.
P. Los observadores internacionales consideraron, sin embargo, las elecciones de junio de 2012, que llevaron a Mohamed Morsi al poder, como las primeras elecciones libres en Egipto.
R. Esa es una gran mentira. No fueron elecciones libres, dependieron del dinero que muchos Gobiernos dieron a Morsi. Los países europeos y Estados Unidos propagaron mentiras sobre Egipto. También los medios de comunicación, que siempre están mintiendo y ofrecen una mala imagen de los pobres, porque son propiedad de los Gobiernos y de los millonarios.
P. Pero usted... ¿vive ahora libre en Egipto?
R. Me dejan trabajar con libertad porque ahora Al Sisi necesita mujeres como yo. De lo contrario, ya me habrían mandado a la cárcel.
P. ¿Cree que hoy en día su libro La mujer y el sexo produciría reacciones similares en Egipto?
R. Sí, porque hoy en día mis libros siguen causando fuertes reacciones.
P. ¿Está escribiendo?
R. Yo ahora tengo 84 años y no sé hasta cuándo voy a vivir. Tampoco me importa. Solo tenemos una vida y tenemos que hacer lo mejor que podamos con ella. Pero incluso aunque muera, mis libros van a estar ahí, mi mente va a seguir viva en mis libros. Aunque soy médico, me siento fundamentalmente novelista. Yo cada vez soy más radical y mi sueño ahora es enseñar a la gente joven, que los jóvenes egipcios hagan una verdadera revolución.

viernes, 25 de mayo de 2018

Inmigración. Cuestión de justicia social. Una triste realidad PUBLICADO POR AHMED

Lugar: Aduana de entrada en España y en Europa. Inmigrante: ¡Buenos días! ¡Buenas tardes! ¡Buenas Noches! Soy inmigrante ¿Puedo pasar?. Sería una buena manera de empezar una vida nueva. Pero la realidad es bien distinta y diferente. Llegan tiritando de frío, después de una larga travesía, sin documentación y habiéndose hipotecado con las mafias hasta los tuétanos. La situación desborda y es difícil de controlar. Para el inmigrante llegar a un país de Europa conlleva la sensación de haber vencido a la desesperación que vivía en su país de origen. Llega a una nueva tierra -la tierra prometida- en la que, por lo menos, tendrán derechos.
La llegada de inmigrantes de África -personas que han decidido dejar su tierra y adentrarse en un camino desconocido- tiene un soporte histórico complejo sobre el que Europa tiene un protagonismo directo. Hecho que se apoya en la constatación de que estos países fueron un día colonias de Europa.

Algo no hicimos bien y, desde luego, hasta la fecha poco hemos hecho por apoyar el progreso social de este continente. Continente de esperanza humana, sí de capital humano, al mismo tiempo que lleno de recursos y posibilidades.

La inmigración de los africanos la observábamos desde lejos; salvo momentos puntuales; pero el crecimiento económico de nuestra sociedad hacía que nuestra conciencia estuviera lejos del drama que estas personas vivían en sus países. Se absorbía la mano de obra porque había trabajos que realizar y éstos eran para los inmigrantes. Trabajos que nosotros no queríamos.
África está siendo atropellada y avasallada
La inmigración, por otra parte, es un hecho recurrente desde el punto de vista político, y por esta razón ninguno de nuestros políticos ha querido hacer una reflexión en profundidad. Al final, la triste realidad de muchas personas que tienen que abandonar obligatoriamente sus países puede convertirse en un hecho clientelar para el político que busca votos. Esto se puede dar y de hecho existe en todas las direcciones ideológicas. Falta rigor y, sobre todo, lo que no se pretende nunca es analizar lo que está ocurriendo. Se mira mucho más el rédito electoral cortoplacista que ir a las verdaderas causas de una inmigración injusta e insolidaria porque el origen está en la desidia que tenemos de enfrentarnos al problema con honestidad.
Observemos a Europa y situémonos, también, en nuestra España. Analicemos qué dicen nuestros políticos y estemos atentos a lo que la ciudadanía pueda pensar con respecto a la inmigración, porque podemos, sin darnos cuenta, adentrarnos en un túnel de profunda obscuridad.
África está siendo atropellada y avasallada, y lo está siendo con el consentimiento de todos. Sin pudor observamos desde la atalaya europea lo que ocurre en este continente bello.
Es un continente en donde todos los paisajes mezclados (desiertos, sabanas, estepas, montañas, selvas, ríos) con las diversas criaturas de la naturaleza hacen que aparezca un mosaico lleno de colores diversos, y que en los amaneceres surja un sol brillante y vigoroso y en los atardeceres, de cara a la noche, que una suave brisa lo atraviese de norte a sur y de este a oeste haciendo del mismo un lugar para que pueda reinar la paz y la armonía. Pero esta realidad muy poco o casi nada la pueden disfrutar sus propios habitantes.

No ligas, acosas PUBLICADO POR AHMED


La Federación de Mujeres Progresistas ha lanzado la campaña «Cortando con la violencia sexual» dirigida a los jóvenes para responsabilizarles de estas conductas que en ocasiones «son minimizadas o justificadas». La iniciativa incluye un vídeo en el que en poco más de un minuto se ha querido reflejar «de manera impactante y sin personas» las acciones más comunes catalogadas como violencia sexual y los espacios donde frecuentemente se cometen estos abusos y agresiones.
En el spot principal se reflejan sin eufemismos los abusos que sufren muchas mujeres, a través de acciones protagonizadas por hombres. «No ligaron, acosaron a un grupo de chicas en este concierto. No la besó, la forzó en este coche. No la acarició, manoseó a una compañera en esta clase. No se arrimó, abusó de una chica en este metro», son algunas de las acciones que se señalan en el video, en el que no sale ninguna víctimas, únicamente espacios.
«Si has hecho algo de esto, has cometido violencia sexual. Y no te confundas. El único responsable eres tú», es el mensaje final de la pieza audiovisual incluida en esta campaña que ha sido financiada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.


Ni víctimas ni mensajes culpabilizadores

Desde la Federación de Mujeres Progresistas, han defendido la decisión de no mostrar a ninguna víctima, ni repetir mensajes culpabilizadores «a los que la sociedad las tiene acostumbradas». Por el contrario, han querido dirigirse solamente a ellos como «los únicos responsables de esas conductas».
«Hemos nombrado lo innombrable, de manera contundente y sin fisuras, con las palabras correctas. La violencia sexual es abusar, forzar, manosear, acosar, violar», ha expuesto la presidenta de la federación, Yolanda Besteiro, durante la presentación de la campaña. «Queremos decirle a los chicos que ya no hay excusa, que tienen alternativas, y que si agreden serán señalados», ha sentenciado.
El proyecto ha contado con la participación de jóvenes de tres centros educativos de Madrid y Salamanca en la fase de discusión y debate para identificar los aspectos clave a incluir en la campaña. La responsable de «Cortando con la violencia sexual», Yolanda Mateo, ha explicado que esto ha permitido hacer una campaña más «creíble y potente».

VENDIDA. HECHO PUBLICADO POR AHMED CHOUKRI

Le entregó su hija de 10 años a un hombre de 60 por 30.000 pesos": el drama de los matrimonios infantiles en América Latina

Fin de las recomendaciones


"No"
"¿Y tu mamá dónde está?"
"En su casa"
"¿Vives acá?"
"Sí"
"¿Con el señor?"
"Sí"

Tristeza

Elsa recuerda que la niña era morenita y que sus ojos eran grandes y oscuros.
"Pero lo que más recuerdo", me cuenta, "es que en su mirada había mucha tristeza".


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Image caption Algunas comunidades indígenas en México presentan altas tasas de mujeres que se casan o se unen antes de los 18 años.
Elsa fue en varias oportunidades a la tienda, que estaba ubicada en una zona apartada de Chiapas, en el sur de México. A veces se acercaba y otras veces no.
No quería despertar la sospecha del propietario y mucho menos provocar que la niña le contase que una señora le había estado haciendo preguntas.
"Tuve que ser muy sutil para irme ganando su confianza".
"Los vecinos fueron quienes me llamaron. Me contaron lo que estaba pasando y me pidieron que hiciera algo", indica.
Elsa Simón es la fundadora y directora de la asociación civil Por la Superación de la Mujer, que por 21 años ha ayudado a niños y mujeres víctimas de violencia familiar en Chiapas.

La investigación

"Cuando veían que el hombre se iba al mercado, me avisaban y me acercaba", me cuenta.


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Image caption La asociación civil Por la Superación de la Mujer lleva más de 20 años ayudando a niños y mujeres víctimas de violencia familiar en Chiapas.
"Empecé a hacer averiguaciones y le avisé a uno de los fiscales de la zona para que también investigara. Me tomó dos meses recopilar la información".
La verdad que develaron fue escalofriante.
"Una mujer le entregó su hija de 10 años al hombre de 60 años", dice Elsa.
"Ese hombre era el dueño de la tienda y le había dado a la mujer 30.000 pesos (unos US$1.600) por la niña. Su madre se la había llevado y la había dejado allá".
"La niña no entendía lo que estaba pasando. Lo único que decía era que no le gustaba que el señor la llevara a dormir a su cama", recuerda Elsa.
"Y me decía que quería estar con su mamá".

El rescate

Tras la investigación de las autoridades, el fiscal y su equipo rescataron a la niña.
"Danos a la niña porque sabemos que no es tu hija", recuerda Elsa que le dijo el fiscal al hombre.
Pero él aseguraba que sí era. El fiscal lo confrontó: "No es tu hija".
"¿Ese señor es tu papá?", le preguntó el funcionario a la niña, a lo que ella respondió con voz baja:
"No".

Una nueva vida

Elsa recuerda que tras el operativo, la niña, quien ya tenía 11 años, estaba "espantada" porque había visto a funcionarios armados.


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Image caption La niña recibió el apoyo de los servicios sociales de México (Foto genérica de una niña).
Una vez dentro del vehículo de la fiscalía, trató de calmarla.
"Usted ha venido a la tienda", le dijo la pequeña.
"Sí, soy yo y quiero que salgas de ahí".
Elsa me cuenta que ese operativo ocurrió en 2007 y que gracias a la investigación de la fiscalía y a las confesiones tanto de la madre como del hombre, el caso fue abordado por las autoridades como uno de trata. Eso permitió que ambos fuesen procesados judicialmente.
La niña fue llevada a uno de los refugios para menores de edad y mujeres que la organización que dirige Elsa tiene en Chiapas.
"Cuando cumplió la mayoría de edad salió del refugio y empezó una nueva vida en otra parte del país con el apoyo de otra institución", me cuenta Elsa.

6 casos

Elsa Simón tiene 63 años y nació en Chiapas. Siempre ha vivido allí y desde allí me habla.
El caso que me relató es excepcional en su región y en el país, no sólo por la gran diferencia de edad entre la niña y el hombre sino por la entrega de dinero a cambio de la menor.
"En 21 años, he atendido seis casos en los que las madres han recibido dinero de hombres mayores por sus hijas (menores de edad) para que se vayan a vivir con ellos".
Y me aclara: "Eran madres solas (sin pareja)".
En su experiencia, también ha visto otro tipo de situaciones.
"Lamentablemente nuestro estado (Chiapas) está reconocido por los matrimonios forzados o arreglados que algunos padres han promovido".
Muchas de esas uniones ocurren sin una ceremonia civil o religiosa.
Y no suceden sólo en México sino en muchas otras partes de América Latina.


"El término 'matrimonio infantil' se refiere a cualquier unión -formal o informal- que incluye a una niña o un niño menor de 18 años".
Fuente: Girls Not Brides, conglomerado que agrupa a más de 900 organizaciones de la sociedad civil de más de 95 países que se oponen al matrimonio infantil.



Como objetos

Jennifer Haza es la directora de la organización social Melel Xojobal ("Luz verdadera" en la lengua tsotsil), la cual ha luchado por los derechos de la infancia en Chiapas durante 20 años.


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Image caption Para activistas como Jennifer Haza es clave que los usos y costumbres de las comunidades indígenas no sean estigmatizados como contrarios a los derechos humanos. (JORGE UZON/AFP/Getty Images)
Desde San Cristóbal de las Casas, me cuenta que "si bien no hay datos duros sobre uniones forzadas en Chiapas, sí hay datos de que 23% de las adolescentes, entre 12 y 19 años, están unidas, lo que no significa que estén casadas (por la ley)".
De ellas, me dice, 15% ya ha sido madre.
Cuando le pregunto sobre los casos de menores de edad que son entregadas a hombres adultos para establecer una relación conyugal, Haza señala que ha tenido conocimiento de algunos de ellos, pero carece de documentación para estimar cuántos existen.
"Hace dos años, supimos de una chica de 16 o 17 años que la entregaron en matrimonio a un hombre de treinta y tantos años".


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Image caption Uno de los riesgos de las uniones tempranas son los embarazos precoces o no deseados, advierte Unicef (Foto de archivo de 2004: JUAN BARRETO/AFP/Getty Images)
"Hemos conocido de casos que han salido en Chiapas y Oaxaca", me cuenta. "Sabemos que esas situaciones se dan y tienen que ver con una cultura patriarcal, en la que las mujeres son objetos, en la que pasan de la sociedad del padre a la sociedad del esposo y es algo que se debe atender desde la perspectiva de la prevención de la violencia contra las mujeres".
Pero, advierte, "no se puede generalizar que todas las situaciones donde hay dinero o cosas materiales de por medio implican una venta de las mujeres, independientemente de su edad".
Es fundamental, dice, que los usos y costumbres de las comunidades indígenas no sean estigmatizados como contrarios a los derechos humanos.

8 millones de niñas

Se calcula que en México hay 8 millones de mujeres (entre 15 y 54 años) que se unieron conyugalmente antes de los 18 años, señala ONU Mujeres México.


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Image caption Se estima que 8 millones de mujeres en México se unieron conyugalmente antes de los 18 años.
Y en un alto porcentaje de esos matrimonios el hombre es "considerablemente" mayor.
"En México los registros administrativos muestran que del total de niñas y niños de 15 a 17 años que se casaron en 2015, el 81,5% eran niñas en comparación con solo el 14,9% de los niños", indica el informe de la Unicef : "Por una región libre de matrimonio infantil y uniones tempranas", publicado en 2017.
Belén Sanz, representante de ONU Mujeres en ese país, me dice que esa organización no ha documentado directamente casos en los que familias reciban dinero por parte del hombre para que le entreguen a la niña.
"Pero sí hemos podido observar que existe la práctica de pensar que las niñas tienen menos derechos y que por lo tanto otorgarla a otra familia o a un hombre va a beneficiar a la familia (de la niña) y a la niña misma".

Octavo en el mundo

Al darme una visión global del problema en México, Sanz señala que esa organización ha podido observar que "las jóvenes hablantes de lenguas indígenas presentan proporciones muy elevadas de matrimonio infantil".


Derechos de autor de la imagen Reuters
Image caption Los expertos aseguran que las uniones tempranas en México no son un problema exclusivo de grupos indígenas (Foto genérica de una pareja en Ciudad de México).
"En estados con comunidades indígenas como Chiapas, Guerrero y Veracruz, las mujeres que se casaron antes de los 18 años llegan a porcentajes superiores al 40%", indica desde Ciudad de México.
Pero las uniones tempranas no son un problema exclusivo de grupos indígenas.
"En México es una práctica muy frecuente y es una clara manifestación de la discriminación de género", señala Sanz.
Se estima que al menos una de cada cinco mujeres en México entra en unión conyugal antes de los 18 años.
En términos absolutos, las niñas casadas antes de los 18 años en México "ocupan el octavo lugar en el ranking mundial", señala Unicef.
Brasil está de cuarto.

lunes, 7 de mayo de 2018



La Asociación de Mujeres Juezas exige paridad en los organismos que afronten cambios legislativos

La Asociación de Mujeres Juezas de España (AMJE) ha exigido este lunes una composición paritaria para todos los organismos implicados en los cambios legislativos y que se forme en "la perspectiva de género" a magistrados, fiscales, policías, abogados y forenses. En un comunicado difundido desde Canarias, la AMJE valora el debate que se han abierto a raíz de la sentencia de La Manada, para exigir que se haga una "reflexión serena y profunda". "Una actuación de los poderes públicos que pretenda simplemente parchear la situación y dar una respuesta meramente formal y aparente no hace sino profundizar en la brecha que ya existe. La desigualdad y discriminación de la mujer no es una anécdota que requiera de meras correcciones, es sistémica, general y estructural", advierte. Como prueba de ello, recuerda que el órgano al que el Ministerio de Justicia ha encargado estudiar cómo están regulados en el Código Penal los delitos contra la libertad sexual, la Comisión General de Codificación, está conformado en la actualidad solo por hombres, aunque tras la polémica generada, el presidente de la sección penal, Esteban Mestre, pidió permiso al ministro de Justicia para incorporar a mujeres juristas y expertas en esta materia. La AJME califica de "corrección anecdótica" que, en vista de esa composición 100 % masculina, se haya "invitado a colaborar" en esa tarea a seis mujeres expertas en esta materia. "Carece de legitimidad" "Las mujeres no somos invitadas de la historia, sino protagonistas de la misma y es un deber moral y legal que ocupemos el lugar que nos corresponde. Un organismo asesor del Estado en materia legislativa formado únicamente por hombres y sin ninguna representación femenina carece simplemente de cualquier legitimidad", sostiene. A su juicio, no es posible encomendar ninguna tarea a un organismo público de esa composición "hasta que no se produzcan cambios fundamentales en su organización y estructura que incluyan la presencia igualitaria de hombres y mujeres en todos su órganos de forma permanente", sin que quepa sortear ese problema con "operaciones de mero maquillaje" o invitando "a quien tiene derecho a estar allí por méritos propios". Las juezas españolas exigen abordar "desde la raíz" este tipo de problemas y establecer "la perspectiva de género como principio básico" de su actividad, que deberá estar presente en "toda" su trayectoria profesional "mediante una formación obligatoria, continua y desde una orientación transversal y multidisciplinar". Por ello, exigen una "composición paritaria de todos los organismos e instituciones y, especialmente, aquellos que tienen que ver con las reformas legislativas en nuestro país, de acuerdo con la obligación prevista en los artículos 54 y 16 de la Ley 3/2007 de Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres". También demandan que reciban "formación con perspectiva de género transversal y multidisciplinar" de manera "obligatoria y continua los miembros de las "fuerzas y cuerpos de seguridad, la judicatura, la fiscalía, la abogacía y la medicina forense" , en particular "aquellas personas que se relacionan con delitos de violencia de género y delitos contra la libertad sexual". Y además, reclaman que se cumpla el Estatuto de la Víctima, "evitando su culpabilización y revictimización, así como respetando el derecho a su intimidad". La Asociación de Mujeres Juezas de España está presidida en la actualidad por Gloria Poyatos, magistrada de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. 




martes, 1 de mayo de 2018

Por qué los jueces consideran que no hay violación y sí abuso sexual










La decisión de la Audiencia Provincial de Navarra, que ha acordado castigar a los autores del llamado caso de La Manada por abuso sexual y no por violación, supone que los magistrados consideran que los hechos se produjeron sin violencia ni intimidación. Esa es, fundamentalmente, la diferencia entre los abusos y las agresiones sexuales según el Código Penal.
El hecho, en ambos delitos, es el mismo: atentar contra la libertad sexual de una persona. Si hay violencia o intimidación es agresión -penada en su tipo básico con uno a cinco años de cárcel-; si se considera que no los hay, abusos -castigada con prisión de uno a tres-. Cada uno de estos tipos básicos, además, tiene distintas posibilidades. Y ambos recogen como subtipo agravado que se haya producido penetración (vaginal, anal o bucal, o a través de objetos).
La sentencia de La Manada señala que, según la jurisprudencia del Tribunal Supremo, la violencia exige una agresión física con fuerza para doblegar la voluntad de la denunciante, lo que consideran que no ha quedado acreditado. En cuanto a la intimidación, como construcción jurídica y jurisprudencial, señalan que se define como "constreñimiento psicológico, consistente en la amenaza o el anuncio de un mal grave, futuro y verosímil, si la víctima no accede a participar en una determinada acción sexual".
"En las concretas circunstancias del caso, no apreciamos que exista intimidación a los efectos de integrar el tipo de agresión sexual", señala la sentencia. "Por el contrario, estimamos que los procesados conformaron de modo voluntario una situación de preeminencia sobre la denunciante, objetivamente apreciable, que les generó una posición privilegiada sobre ella, aprovechando la superioridad así generada, para abusar sexualmente de la denunciante quien de esta forma no prestó su consentimiento libremente, sino viciado, coaccionado o presionado por tal situación".
Los magistrados no consideran que haya violencia ni intimidación, pero sí un consentimiento viciado. Por eso los condenados han sido penados según lo que dispone el artículo 181.3 del Código Penal, que castiga los abusos sexuales cuando el consentimiento se haya obtenido “prevaliéndose el responsable de una situación de superioridad manifiesta que coarte la libertad de la víctima”. Como, además, los hechos delictivos incluyen múltiples penetraciones, la pena a imponer según la ley era de cuatro a 10 años. Los magistrados han impuesto nueve.
El tipo básico de agresión sexual, regulada en el artículo 178 y siguientes del código penal, exige que el atentado contra la libertad sexual se haya producido con violencia o intimidación. La violación, propiamente dicha -denominada así en el código-, se produce cuando los hechos "consisten en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías". En este caso la pena es de 6 a 12 años y puede llegar hasta los 15 si concurren determinadas circunstancias agravantes.
La cuestión clave para analizar la sentencia de La Manada es la diferencia entre intimidación y abuso de superioridad manifiesta. La diferencia entre ambas no siempre es clara, y hay algunas situaciones que, según los juristas, pueden ser fronterizas. El Tribunal Supremo tendrá la última palabra.

Sentencia La Manada: Miles de personas se concentran contra la condena de La Manada

Unas estaban ya convocadas. Otras se han ido conformando a lo largo de la jornada. Miles de personas han salido este jueves a las calles y plazas de las principales ciudades de España para protestar contra la sentencia a los cinco miembros de La Manada que considera que hubo abuso pero no violación.

En
 Barcelona, 6.000 personas se concentraban a la misma hora en la plaza de Sant Jaume también contra de la sentencia. "¡Diga lo que diga no es un abuso, es una violación en grupo!", decía el cartel de la convocatoria. La alcaldesa Ada Colau, que también se ha sumado a las protestas, había tuiteado poco antes: "Hermana, #josiqueetcrec (yo si te creo), y me indigna que tras la violencia de una violación múltiple tengas que sufrir la violencia de una #justiciapatriarcal. No estás sola, hoy seremos miles tomando las calles y uniendo nuestra voz a tuya". Los manifestantes se han hecho sentir con gritos de 'No es no' ante el Ayuntamiento de Barcelona, que lucía un lazo de color morado en su fachada.En Madrid, 10.000 personas según estimaciones de la Policía Nacional (cifra que las convocantes elevaban a 50.000) se han congregado ante el Ministerio de Justicia. "Nos parece indignante que violar en España te cueste nueve años", ha señalado Carlota Álvarez, del Movimiento Feminista de Madrid, convocante de la protesta. Los concentrados han gritado con las manos en alto y entre aplausos: "Sola y borracha, quiero llegar a mi casa". Aurora Adalid, de 36 años, vino con su hija de cinco meses a manifestarse. Se siente indefensa y vulnerable, y protesta porque su niña no viva miedo: "No sé qué consideran violencia". "La mujer parece que no puede salir de fiesta porque si no parece que le da al hombre derecho a violarla", añade Rocío Bedmar, de 61 años, que sostiene la pancarta que encabeza la marcha y en la que se lee en letras negras y rojas: "Nosotras somos La Manada. No es abuso, es violación".
En Sevilla, varios centenares de personas, en su mayoría mujeres, se han concentrado a las puertas del Ayuntamiento, en la céntrica Plaza Nueva, convocados por el colectivo 'Alerta Feminista'. Los asistentes portaban pancartas en las que se podía leer 'Yo sí te creo', en alusión a la joven madrileña, y 'Ni olvido ni perdón para la Manada', en referencia a los cinco jóvenes condenados, todos ellos nacidos en la capital andaluza. En la concentración se han coreado lemas como 'Vosotros, machistas, sois los terroristas' y 'No es un abuso. Es una violación'.
En Valencia, también eran centenares de personas las que protestaban ante las puertas del Ayuntamiento de Valencia. Elisa David, funcionaria de prisiones, se ha acercado con su hijo pequeño a la convocatoria. “Estoy aquí porque me ha generado mucha repulsa la sentencia. Doy clases en la cárcel y veo continuamente penas enormes para gente que apenas ha hecho nada. Esta, a cuatro consentidos, me parece irrisoria”, ha señalado.
En Bilbao, miles de personas han colapsado el centro de la ciudad, entre la plaza Circular y el Ayuntamiento, unos 500 metros de calle con los juzgados en el centro, para denunciar el fallo judicial, que han calificado de "indignante". Las concentraciones han sido convocadas por movimientos feministas, pero mucha gente ha acudido de manera espontánea para protestar por lo que consideran una agresión a todas las mujeres. Los congregados han coreado eslóganes en los que se advierte que el caso "no es abuso, es violación" y han arremetido contra "los jueces" que "también son cómplices". "No estás sola, te queremos", han asegurado, a la vez que se han preguntado "dónde está la Justicia". En San Sebastián también se han concentrado centenares de ciudadanos contra lo que consideran una "Justicia patriarcal".






Queda desconvocada oficialmente por @FeminismosMad la concentración. Ahora miles de personas avanzan hacia Gran Vía en apoyo de la víctima de y en repudio de la condena por "abuso continuado" a los agresores http://cort.as/-4PnY 

En Granada, centenares de personas se han reunido en la puerta del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. La convocatoria era a las ocho aunque la llegada de personas a Plaza Nueva se ha mantenido constante hasta mucho rato después. Sobre las 20.30 horas, la concentración se ha convertido en improvisada manifestación hasta la Fuente de las Batallas, en el centro de la ciudad. "Aquí estamos, nosotras no violamos", "no es abuso, es violación" y "la calle es mía, de noche y de día" han sido algunas de las consignas.
Las calles del recinto de La Feria de la Primavera de El Puerto de Santa María, Cádiz, han mudado de las tradicionales calesas y caballistas para ser ocupada por la manifestación con la que decenas de mujeres han clamado contra la sentencia por el caso de La Manada. Buena parte de los convocados portaban los abanicos que el Ayuntamiento ha repartido este año con el lema 'No es no', para prevenir situaciones de abuso. La de El Puerto ha sido una de las seis concentraciones que se han convocado en ciudades de la provincia como Jerez, Sanlúcar, San Fernando o la propia capital. En Cádiz, más de 500 personas han clamado contra la decisión judicial en una concentración en la plaza del Palillero que ha ido creciendo en número, conforme avanzaba por las calles del centro, hasta alcanzar la plaza de San Antonio. "No es abuso, es violación" o "con la sentencia de La Manada me siento violada" son algunas de las consignas que se han gritado en marchas en las que, en el caso de Jerez, El Puerto o Cádiz, han contado con representación de concejales de sus respectivos ayuntamientos.
Miles de personas han mostrado su indignación en las calles de siete localidades gallegas contra la "infame" sentencia de La Manada. "Es un escándalo que un juez planteara su absolución. La han juzgado a ella más duramente que a ellos. Así nadie se animará a denunciar", afirmaban Eugenia y Susana, estudiantes de 18 años en A Coruña. Junto a ellas, Rosalía, profesora de 67 años, decía no tener palabras: "Este caso es un paradigma y si no se resuelve correctamente, ya sabemos lo que nos espera".
En Palma, alrededor de mil personas se han congregado en la plaza del Ayuntamiento con cacerolas, pancartas y portando prendas de color morado. “No es abuso, es violación” y “No a la justicia patriarcal” han sido las proclamas más escuchadas. Muchas jóvenes se han concentrado convocadas por el movimiento feminista de Mallorca. Desde el Lobby de Dones, su portavoz Esperanza Bosch, ha calificado de indignante el voto particular de uno de los miembros de la sala que abogaba por a absolución. Ha pedido más formación para los jueces porque el hecho de no tenerla “provocará que siga habiendo sentencias que digan que una mujer ha sido violada porque iba en minifalda o porque no dijo que no de una manera clara o porque no quedó claro que se defendió”.